viernes, 26 de marzo de 2010

Restas con llevadas



Hace más de un año escribí la entrada de Sumas con llevadas, todavía anonadado de que Cristina supiese sumar con llevadas y además las hiciera perfectamente.

Ella aprende, pero yo no, porque me vuelvo a quedar sin palabras cuando veo entre la tarea que trae del colegio que ya está aprendiendo a hacer restas con llevadas.

Cristina nunca deja de sorprenderme, mejor así, porque cada sorpresa es una alegría y un nuevo aliciente para seguir hacia adelante y llegar muy lejos y muy alto.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Las dos caras del autismo

Esta semana se está celebrando con diversos actos el día mundial del autismo. Desde el blog "Hasta la Luna y Vuelta" Maite ha preparado este vídeo. Porque el autismo tiene muchas caras, una la que nos contaron y todavía algunos cuentan, y otras muchas caras que son la imagen real del autismto: nuestros hijos y sus padres.

jueves, 18 de marzo de 2010

Una bola de nieve entre dos mundos

Este invierno hemos tenido nevadas espectaculares en Pamplona. Muchos días hemos aprovechado para bajar a la calle y hacer batallas a limpio pelotazo.

Yo luchaba contra Leyre y Cristina, como era de esperar no podían conmigo. Así que Cristina usaba otras estrategias, se aproximaba a mí con una bola de nieve y me decía: -"Papá, ¿quieres un regalo?" Naturalmente que mi hija me quisiera regalar algo  -aunque sólo fuese un poco de nieve- hacía que bajase la guardia.

Cuando estaba a punto de dejar la bola en mis manos rápidamente me la arrojaba, sin mirar a donde la tiraba, así que me podía dar en la cara, en el cuello...

Tras la sorpresa inicial, por una broma tan inesperada, me dio por pensar que en realidad sí que era un regalo. Porque Cristina tuvo que pensar por un momento en mí y calcular la reacción que yo iba a tener cuando me ofreciese "su regalo".

Otro momento en que Cristina fue capaz de salir de su mundo para dejar en el nuestro un buen pelotazo de nieve.

viernes, 12 de marzo de 2010

No es ninguna tontería

Vuelta a nevar otra vez en Pamplona. Hemos salido a la calle y nos hemos ido hasta el parque donde hemos  empezamos a jugar con la nieve. Cristina ha hecho el "Ángel" y le ha quedado perfecto como se ve en la fotografía.

Luego me ha obligado a hacerlo a  mí, como no había mucha gente por la calle me he decidido a tumbarme sobre la nieve, y luego aún  hemos vuelto a realizar la silueta los dos a la vez.

Si alguien tiene la oportunidad de hacer el "Ángel" en la nieve que no pierda la ocasión. Porque es lo más divertido y relajante que he hecho en mucho tiempo. Y yo que pensaba que era una tontería, menos mal que estaba Cristina para enseñármelo.

viernes, 5 de marzo de 2010

Un ciego y su Lazarillo

Cuando Cristina era mucho más pequeña la teníamos que tener vigilada en todo momento porque podría ser impredecible. Más adelante también la teníamos que tener vigilada pero ya empezaba a ser más previsible, observándola o viendo dónde miraba ya sabíamos qué iba a ocurrir.

Y eso es lo que ahora tiene que hacer ella conmigo. Porque cuando salimos de clase de Logopeda y hasta que llegamos a casa nos dedicamos a ir jugando por la calle. El último juego  es, que que yo cierro los ojos y ella me tiene que llevar hasta casa.
Incluso al cruzar las calles es ella la que debe dar el visto bueno para que podamos llegar hasta el otro lado.

Yo no se lo pongo fácil, siempre tomo el camino equivocado o sigo líneas rectas que acabarían empotrándome contra un árbol o una farola. A veces, sólo mirándome ya ve hacia dónde voy, y tira de mí para apartarme del mal camino y llevarme por el correcto.

Otras veces se despista, y acabo pegado contra el obstáculo "gritando de dolor". Entonces Cristina viene corriendo y me consuela: -"No te preocupes, no pasa nada"

Al final, después de un corto trayecto llegamos a casa sanos y salvos. Los dos felices, ella porque así es por naturaleza y yo porque mi hija me ha cuidado muy bien.